De pequeña quería ser mayor, quería hacerme mujer, tener responsabilidades, compartir mi vida con una pareja, labrarme una profesión, trabajar, disponer de dinero, ocuparme yo misma de mis animales, decidir dónde vivir, viajar donde yo quisiera...

Me cabreaban los niños/as que no querían crecer, asumir responsabilidades, pensar en su futuro, desarrollarse más allá de sus padres y hermanos mayores.

La vida, durante ese camino que se me hacía tan largo y que ha sido tan corto, me ha dado mucho; malo y bueno; lo malo más largo, lo bueno más breve.

No sé qué daría ahora por volver a esa época en que anhelaba crecer, ser mayor, teniéndolo todo por delante, sin responsabilidades, sin trabajo, sin dinero, sin casa propia, sin hipoteca, sin criterio, sin poder de decisión, sin arrugas, sin pareja... (¡ay!, ¡amorcito, sabes que las collejas les sientan mal a mis neuronas!)

Quizá lo ideal fuera, como en la peli "El curioso caso de Benjamín Button" (que por cierto de original no tiene mucho porque ¿quién no lo ha imaginado, e incluso deseado, alguna vez?), nacer viejos y acabar nuestros días como bebés.
Mi querida electra, pues dejame de disienta, yo no quiero volver a mi infancia, fue una etapa dura y amarga que me hizo madurar antes de tiempo y desear a cada momento ser mayor, para poder escapar.
ResponderEliminarPero eso no quiere decir que no te entienda, te entiendo perfectamente. Yo fui feliz cuando crecí, la mayoria son felices cuando son niños y así debe ser.
Un besin
En realidad, Encantadora, mi pubertad no fue precisamente gozosa tampoco, me refería a mi niñez en su más estricto sentido. Cuando no tenía preocupaciones ni responsabilidades más allá de la de obedecer a mis papis, y quería crecer para ser como ellos.
ResponderEliminarLuego, con apenas 16 años, ya tenía muchísimas responsabilidades, pero aún no libertad ya que seguía dependiendo legalmente de mi mami, viudita y muy enferma. Y quería crecer para acompañar las preocupaciones y responsabilidades con libertades.
Ahora quisiera dejar de tener preocupaciones y responsabilidades, aunque ello supusiera perder las libertades.
Besotes