Sé que lo que voy a decir a continuación suena políticamente incorrecto y puede que hasta socialmente amoral, pero como hasta ahora no me he escondido nunca de lo que siento o pienso caiga quien caiga, y ésta es una bitácora de opinión, no puedo dejar de dar la mía estos días de tanto barullo precisamente con este tema. Juro que mi intención no es crear polémica, sólo ver si alguien puede darme un punto de vista que pueda llegar a comprender.
Y es que nunca he entendido la exagerada importancia que los humanos damos a nuestros cadáveres. Sí entiendo la que damos a nuestros muertos, ojo, pero no a los envoltorios que los cubrían. Es decir, comprendo y comparto el dolor por su pérdida y el recuerdo, la huella que dejan en los que quedamos, en proporción directa a lo que los amamos en vida. Pero ¿qué importancia puede tener, una vez que el ser querido está muerto, dónde esté su cadáver?

Lo digo fundamentalmente por el revuelo del Yak-42, no por el caso de Marta del Castillo cuyo cuerpo es necesario encontrar por razones jurídicas, aunque también he oído a los familiares decir que tienen que tener un cuerpo al que velar. Y entendería, por razones psicológicas, que necesitaran saber a ciencia cierta que está muerta para poder empezar el duelo y dejar de lado la esperanza de que tal vez no lo esté; porque la esperanza débil es más dura, emocionalmente hablando, que la seguridad negativa. Pero si ya lo saben con seguridad, ¿a qué necesitar el cuerpo, vacío de vida, para velarlo?, ¿acaso no les quedan los recuerdos?
Están juzgando a unos hombres (dejemos de lado por esta vez que son militares, en otra ocasión ahondaré sobre lo que pienso de esta institución y sus componentes) porque en una situación caótica y difícilmente controlable por ellos, ya que estaban en un país extranjero cuyo idioma no conocían, y en el cual no tenían autoridad, confundieron de bolsas los cadáveres que repatriaron.

¡Hombre, por favor! ¿Volvieron los cadáveres? Sí. Entonces ¿por qué ha de tener importancia que el de la bolsa que te dieron no corresponda con tu muerto? Si lo realmente importante es que tu hijo, tu hermano, tu esposo, o tu amigo murió. Ya está, murió, dejó de existir a causa de una más de las muchas guerras de mierda que provoca el ser humano que se llama a sí mismo civilizado. No está más, ¿qué coño importa que el cadáver que te han dado no sea su cadáver?
Puedo comprender que para los católicos, y quizá también para otras religiones, que al parecer necesitan que sus cuerpos descansen en camposanto para saber que su Dios los admitirá en el cielo (aunque a mí personalmente me parezca una gilipollez), sea importante; así mismo entiendo esta obsesión por los cadáveres en aquellos que creen que necesitan su cuerpo para usarlo en su otra vida (aunque sea una soplapollez); en cualquier caso puedo comprender su actitud por ideología, pero ¿y la del resto, por qué lo necesitan los demás, los que no creen necesitarlo para la otra vida ni creen necesario que descanse en camposanto para su eterna salvación?
Te dan una anforita con unas cenizas, y ¿se monta un pollo si esas cenizas no son las de tu ser querido? ¿Por qué?, ¿tendrían otro color, olor, o sabor de ser la de tu muerto?, ¿no es simplemente algo simbólico haya lo que haya dentro de la anforita? Jamás he comprendido lo de ir a "visitar" a un ser querido que falleció acudiendo a su tumba; ¡si quien fuera no está allí!, está en nuestras mentes, en los recuerdos que guardamos de él o ella, en nuestros corazones (simbólicamente hablando), con nosotros cada vez que les recordamos, pero no están en una fría piedra que tiene grabado su nombre.

Vamos, que sinceramente no comprendo que en el siglo XXI sigamos dando tanta importancia a un trozo de carne carente de vida que pasará a ser algo menos que un montón de huesos.
Estoy de acuerdo contigo. Una de mis tías abuelas la montó parda porque en la guerra civil a su hermano le mataron en la calle tal y aparecía en un libro que era la calle cual. Ya ves. Como si le fuera a devolver la vida esa tontería.
ResponderEliminarSinceramente, no tengo nada para rebatir lo que dices y poder hacerte ver las cosas de una manera distinta, ya que soy de tu misma opinión.
ResponderEliminarNacemos para morir, eso es lo único que tengo claro y que esto simplemente es un estuche sin mas, porque lo que realmente importa, es lo que va dentro del estuche.
No amo a las personas por su estuche, tampoco es importante para mi, me quedo con su esencia, sin mas.
Muere el cuerpo, pero la persona nunca muere y me la trae al pairo, si me tiran al rio, si me entierran al lado de una arbol para servirle de abono.
Un besin.
En general estoy de acuerdo contigo. En el caso del Yak, en particular, la cosa tiene miga especial. Esos tipos no se confundieron con las etiquetas, es que no se molestaron en identificarlos y lo pusieron a boleo. A las familias les mintieron en varias cosas y se enteraron casi de casualidad y por otro lado. Podrían haberlo hecho bien... pero tenían prisa por darle carpetazo al asunto.
ResponderEliminarEse es el centro del problema. Cuanto menos se hablara de esto en el telediario, mejor; cuanto antes se olvidara, mejor. Por eso pasaron de hacer pruebas de ADN, que hubiera sido lo suyo, y mintieron a las familias y hasta amenazaron a algunas de ellas que tocaban las pelotas. No puedes despreciar así a gente que está pasando por un trago tan malo, especialmente cuando eres moralmente responsable de sus muertes por contratar un avioncito de papel para transportar ganado.
Lo malo (para mí) no es tanto lo de los cuerpos mal identificados, sino los múltiples desprecios por motivos políticos, cuando encima costaba tan poco hacer las cosas bien. Aparte de que los familiares necesitan poner un final al asunto. Si seis meses después se reabre, son muchos más meses de dolor.
Y de todo eso son responsables los militares, Trillo que se lo mandó, y Aznar, que se lo mandó a él.
Soy de tu misma opinión, pero en el caso del yak-42, no se siguió el protocolo de actuación, y las cosas se hicieron mal por dejadez. Y cuando esos cadáveres llegaron a España y los sometieron a lasprubas de identificación no había dios que se aclarase. Si somos los mejores en algo, el ejercito español, es que si hay que hacer las cosas mal no hay quién compita con nosotros.
ResponderEliminarLo de Marta, de acuerdo.
Y rspecto a los rituales o costumbres por lo que la mayoria de los españoles (concretando) se rigen en cuanto al destino que eligen para sus fallecidos, pues bueno, es lícito el respeto.
De todas formas, si no recurrieramos a la incineración o al entierro (taly omo lo entendemos) tendremos que solventar el prblema de espacio y la forma para ir arrojndo materia muerta.
Un saludo.
Me es muy dificl poder darte mi opinión sobre esto, más por comprender a los demás que por seguir ese patron de gente que quiere incondicionalmente los cadáveres de sus muertos. Yo creo que a lo mejor muchas de nuestras amigas psico-blogueras pudiesen decrinos algo al respecto. Sería muy interesante una explicación desde ese punto profesional
ResponderEliminarUn saludo. Te sigo
(\
ResponderEliminar(^\ö
.>/ .._.-.-._..
;(/ (_\_|_/_)
...(_>(@)<_)
(_/^|^\_)
."—"—" ../)
.~Υ~ ö/^)
|| )δ( \<
..)δ( || .(__) . \);
.(__)..|| .╱╱
.╲╲..||..╱╱
╲╲||╱╱
√√√√√√√√√√√√√√√√√√√√√√√
BUENAS NOCHES MI CIELO ESPERO QUE TE ENCUENTRES MUY BIEN , SALUDOS PARA TI Y QUE TENGAS UNA LINDA SEMANA...
Pues yo pienso igual que tú, no entiendo que se monte un pollo tan grande por que se confundieran los cuerpos. Aunque estoy de acuerdo que lo que se hizo fue una chapuza y merece su castigo. Pero se ha magnificado en exceso.
ResponderEliminarSí, Jez, no sé por qué pero hasta los pequeños detalles sobre sus muertos son más importantes para algunos humanos que los de sus vivos. Ahora bien, si tu tío abuelo era un personaje histórico y confundieron la calle en el libro en cuestión sí que se trataría de un error garrafatal, al menos históricamente hablando.
ResponderEliminarEso pienso yo, Encantadora, y muchas veces cuando pienso en voz alta la gente me mira casi como si fuera una criminal o, cuanto menos, de otro planeta. Por eso digo que resulta políticamente incorrecto y hasta socialmente amoral; pero, aunque me gusta estacarme de los demás, en este caso me alegra saber que más gente inteligente piensa como yo ,-)
ResponderEliminarBueno, Lanarch (por cierto, bienvenido), por eso dije que ya daría mi opinión sobre los militares en otra ocasión, porque salvo honrosas excepciones, que seguro que las habrá, es una institución que, generalizando y teniendo en cuenta que es un mal necesario, no me gusta. Y entiendo el trasfondo político que comentas, pero sigo sin entender que quieran de verdad procesar a alguien porque en la bolsa que les han dado no va el cadáver de su ser querido sino el de alguno de sus compañeros. Me da la sensación de que el objetivo es sacar algún provecho de otro tipo, ¿tal vez económico?, y eso sí que me repelería. Yo no doy importancia ninguna al envoltorio mortal, ni siquiera adjudico automática y matemáticamente la bondad a los muertos (que todos eran siempre tan buenos), pero el respeto por los que se lo merecieran en vida y el recuerdo de nuestros muertos queridos debería ser tan sagrado que estuviera muy por encima de lo material.
ResponderEliminarEstaría genial eso Ángel, a ver si alguna lee esto y nos aporta algo de información.
ResponderEliminarOracu, yo creo que en lo que a los medios de comunicación corresponde, cuando no tienen de qué hablar o no conviene hablar de alguna realidad más puñetera, cualquier "noticia" (y si no lo es ya la convertirán ellos en noticia) morbosa les resulta válida.
Estooo, Estrellita, ¡qué comentario más...., cuánto..., qué..., pues eso, guay! Yo también te quiero y te deseo lo mejor, cielo.
ResponderEliminarSí, sí, Border, estoy de acuerdo en respetar, y lo hago en la medida que me permite mi escepticismo, las creencias de todo el mundo, pero de ahí a entenderlas... Por otra parte, es perfectamente comprensible la necesidad de enterrar/incinerar a los muertos tanto por ritual como por higiene y espacio, la cuestión que planteo es por qué a algunos les importa tanto qué hay dentro del ataúd o el ánfora de las cenizas.
ResponderEliminarY en cuanto al ejército español, y si me apuras a muchas otras instituciones españolas, por desgracia parece que el mérito es despuntar por hacerlo mal.
Hombre, histórico, histórico... una baja más de la guerra civil. Ni más ni menos importante que los soldados muertos en trincheras o los niños muertos de hambre.
ResponderEliminarJez, en este país eres más o menos histórico en relación directamente proporcional a la cantidad de medios en los que se hable de tí; y si no que se lo digan a La Esteban, si es histórica o no la tía.
ResponderEliminar