Mi vecina no pudo disfrutar de una educación concienzuda en su infancia y juventud, y tampoco de una mínima culturización; su marido tampoco. Cosa rara en los españoles actualmente, tienen 6 hijos, medio equipo de voleibol. Vinieron hace poco desde otro barrio y nos imponen por fuerza sus costumbres. Entre todos son una pesadilla para la convivencia. Hacen vida en el portal o en la acera, bajo las ventanas del resto de los vecinos del edificio; los críos más pequeños juegan al balón, montan en bicicleta, saltan o simplemente pelean continuamente; los mayores escuchan lo que ellos llaman música, diferente cada uno, y a todo trapo para ahogar la del hermano, y no sé si por joderse entre ellos o por jodernos a nosotros, ponen los equipos en las ventanas; los padres gritan y vociferan prácticamente a todas horas, no porque estén enfadados, que también, sino porque hablan así; él se pasea sin camiseta, y como él los niños, excepto el mayor que lleva capucha o una gorra con la visera para atrás y los pantalones caídos, y camina como si estuviera escocido mirando siempre por las ventanillas de todos los coches aparcados; ella deja las bolsas de basura en el portal y desafía a cualquier vecino que se atreva a decirle algo al respecto; llaman al timbre a cualquier hora del día o de la noche para pedir lo que sea que necesiten, y se auto invitan a entrar. Menos mal que mis vecinos son españoles y blancos y puedo criticar su actitud abiertamente, porque de no ser así seguro que ellos o cualquiera me tacharían de racista. Si la gentuza que nos impone sus costumbres en vez de adaptarse a las del sitio al que llega, o al menos respetarlas, nos llega desde otros barrios es lícito opinar, pero si llega desde otros países y opinas eres xenófobo.
Esta entrada, como ya muchos habréis adivinado, es producto de “la jartura”. Que estoy hasta los muñones de lo políticamente correcto es algo notorio, pero ahora además debo sumarle que estoy hasta los mismísimos ovarios de que el no ser adepta a lo políticamente correcto me acarree descalificaciones personales injustas. Y conste que me da igual que me insulten y me la suda que me critiquen, en serio, a veces hasta me halaga; pero las injusticias verbales, o de cualquier otro tenor, y las charlas morales que no me corresponden me joden sobre manera.
Últimamente he sido acusada ya en varias ocasiones de ser racista debido a alguno de mis comentarios. Y, en fin, si alguien quiere llamarme hija de puta me parece estupendo e incluso apropiado porque seguramente, además, tendrá sus razones válidas para hacerlo, pero racista no soy. Con todo mi sentido del humor, que es mucho, ni siquiera me hacen gracia los chistes sobre negros, gitanos o "panchitos". Lo que sí soy es alguien que valora, y mucho, la educación y las buenas costumbres, y que lucha por que los derechos del trabajador vayan hacia delante y no dando constantes pasos atrás.
Resulta que pienso, y lo que pienso lo digo, maniática que es una, que la inmigración masiva ha traído no pocos problemas, sobre todo laborales, pero también de otras índoles, a los ciudadanos de este país. Pero, aunque parezca una perogrullada, no me estoy metiendo con los inmigrantes, que tienen que sobrevivir como mejor puedan, sino con la mala gestión que ha permitido que una inmigración masiva, que desgraciadamente nos ha traído gentes de los estamentos más bajos de otros países, desestabilice el crecimiento laboral y los valores de buena convivencia que empezábamos a desarrollar.
El empresario español, y probablemente el de cualquier país, no necesita que le animen para pagar sueldos de mierda y rebajar las condiciones laborales del empleado aumentando con ello sus ganancias (al menos a corto plazo, porque un trabajador contento curra más que uno cabreado y explotado, pero ésa es otra historia). Así, el hecho de que los inmigrantes empezaran a aceptar puestos de trabajo con horarios asquerosos rozando la ilegalidad y sueldos miserables condicionó gran parte del mercado laboral, jodiendo los pocos avances que a base de mucho esfuerzo habíamos ido consiguiendo. Y ojo que no me refiero sólo a trabajos no cualificados (o supuestamente no cualificados), también hablo de empleos profesionales.
Y eso si hablamos de sudamericanos, marroquíes y africanos de varios países, porque si ya hablamos de los chinos nos vamos directamente a las condiciones de los tiempos de la esclavitud, y podemos hacernos una idea del mal ejemplo que dan sobre los derechos del trabajador y también de cómo están hundiendo al pequeño comercio tradicional.
El día que La Tierra sea 1 país, el día que las fronteras caigan y los seres humanos seamos ciudadanos del mundo, ese día todo esto serán gilipolleces; pero mientras no sea así, hay que respetar ciertas bases para poder convivir en buena lid. Pero cuidado con secundarlo, señores y señoras, porque esto que expreso aquí, en este país, en esta época, no sólo es políticamente incorrecto, es, pura y llanamente, RACISMO.
Tienes toda la razón.
ResponderEliminarLo has expuesto con toda claridad y tienes toda la razón.
En este país ahora se ha puesto de moda tirarte el racismo a la cara cuando dices algo que es cierto.
También es algo que los inmigrantes se han aprendido extraordinariamente bien y si a cualquiera no nacido aquí le afeas cualquier tipo de conducta (escupir, molestar a una chica, solicitar que bajen el volumen de una radio o cualquier otro tema similar) lo primero que te espetan es "racista".
Racista es el que odia a los de diferente raza.
Xenófobo es el que odia a todos los extanjereros.
Pero denunciar que un sistema laboral, de seguridad social, ha sido colapsado por una inmigración totalmente descontrolada, no es nada de eso.
Pedir que en tu barrio, en tu casa de toda la vida te dejen vivir con normalidad sin tener que adaptarte tú a modelos extraños o ya superados gracias a la educación no es racismo.
Pedir que exista igualdad de oportunidades, no es racismo. Favorecer a alguien solo por su origen extanjero es una discriminación injusta.
Y en este país llamar a las cosas por su nombre es automáticamente ser acusado y señalado. Porque somos los más modernos y más guays del mundo. Y además, somos los más tontos también.
no es racismo. los españoles no solemos ser racistas.
ResponderEliminarpero plantéate si lo que ocurre es que somos clasistas.
un ejemplo: ¿te molestaría que tus vecinos fuesen extranjeros con otro nivel económico y, por tanto, unas costumbres parecidas a las que parece que tienes? en marbella no se molestan cuando llegan los jeques en yate. pero sí les molesta que lleguen pateras...
y otra pregunta. ¿cuáles son nuestras costumbres, esas que hay que respetar? yo siempre he respetado las costumbres de los demás, pero a mí nunca me han respetado las mías. y no soy, precisamente, una inculta. ni una incívica. y soy española, nacida y criada aquí, en este país.
y, por último, no nos engañemos...con el término "políticamente correcto" lo que se designa es la pura y dura ideología de derechas de toda la vida...que para mí, personalmente, incluye a todos los partidos que han gobernado desde que paquito nos dejó.
besines
espero que me aprubes el comentario...je je.
ResponderEliminarEso es ciertísimo, Aspec, y por cierto es un tema que da para otra entrada: lo tontos que llegamos a ser los españoles; hasta tiene un nombre: espíritu quijotesco, creo que se llama.
ResponderEliminarMi compañero fue guía en Marruecos durante sus años mozos. De aquella época le han quedado muchos amigos que aún mantiene. Bien, en una reunión que tuvo hace poco con alguno de ellos le comentaron que eran muchas las cuestiones que animaban a los inmigrantes ilegales a pasar la línea ilegalmente o hacer la dura travesía (creer que aquí hay trabajo para todos, los lujos que ven en la tele por satélite, los problemas políticos...), y una de ellas era el trato que recibían al ser "rescatados" o encontrados. Más o menos literalmente le dijeron: "¿en qué país te acaricia un policía y te abraza para que entres en calor, en qué país te dan un chándal y unas deportivas de marca para sustituir las ropas que llevas, en qué país te llevan a una especie de hotel residencia hasta que se resuelva la situación y si no se resuelve te dejan libre?".
Pues claro que apruebo el comentario, Wina; la moderación la he puesto por un gremlin concreto que se estaba metiendo en el terreno personal; por lo demás, esta es una bitácora de libre opinión donde todas caben.
ResponderEliminarRespecto al comentario, eso es precisamente lo que trataba de explicar con mi entrada, que en general el español no es racista ni xenófobo, pero que ciertas circunstancias están haciendo que nos volvamos, si acaso, xenófobos. Es decir, básicamente son las injusticias y los enormes fallos del gobierno los que están consiguiendo que cojamos manía a los extranjeros, sean de la raza que sean, porque en nuestro propio país ellos tienen unas ventajas de las que nosotros carecemos; y porque como acuden aquí masivamente, en vez de adaptarse al lugar donde llegan, nos imponen sus costumbres.
Nunca me he considerado clasista. Respondiendo a tu pregunta, si mis vecinos fueran ricos pero su comportamiento fuera tan maleducado y grosero como el de los que tengo ahora me molestaría igual, exactamente igual, y encima consideraría que tienen menos excusa para ello porque, desgraciadamente, el dinero puede comprar incluso buenos modales.
Lo de las costumbres es un tema complicado y delicado, como lo del carácter popular o nacional, porque no está delimitado y debidamente especificado, pero tácitamente todo el mundo lo sabe; y dentro de cada país, cada ciudad, cada pueblo, cada barrio tiene las propias. Estas costumbres, más o menos tácitas, deben ser respetadas para "estar integrado" o "ser aceptado". Bien, a lo que voy es a que ellos, como llegan en masa, se las pasan por el forro de los cojones e imponen las suyas en vez de respetar las que sea que haya allí donde han llegado.
Muchos de los extranjeros que llegan tienen costumbres que nosotros teníamos en España hace 50 años o más y que estábamos dejando atrás en favor de la buena convivencia, lo que se llama evolucionar socialmente. Por ejemplo, escupir en la calle era algo que ya estaba mal visto y sólo algún viejo y algún maleducado hacía, pero ahora vuelve a ser muy común ver gargajos a montones por las aceras; y lo mismo te podría decir sobre el uso de la papeleras, que nos costó muchísimo asumir pero ya teníamos casi integrado en nuestro comportamiento, ahora las calles están de nuevo llenas de papeles, envoltorios y mierdas variadas; ir sin camiseta por la calle; llevar la música a tope en el metro en vez de ir con auriculares (esto de llevar "el loro" al hombro no lo había vuelto a ver desde hacía años); hacer vida en la acera frente a los portales; y otras muchas (malas) costumbres que hacía años habíamos casi erradicado que han traído consigo. Por no hablar de las que no habíamos tenido nunca como mafias organizadas o pandilleros y ahora sí tenemos.
En cuanto al último párrafo, de acuerdo en que aún no hemos tenido un gobierno de izquierdas porque si así fuera ahora mismo me hago de ultraderecha. Pero no estoy de acuerdo respecto a lo que comentas sobre lo políticametne correcto; nadie menos políticamente correcto que un "derechista de toda la vida" que, te recuerdo, y lo sé porque conozco a muchos de primerísima mano, si lo es de corazón y espíritu cree estar por encima de todo y de todos y por tanto se la sopla lo que se diga porque las cosas son como son y cuanto antes lo entienda el pueblo mejor. Lo políticamente correcto ha venido dado, a mi entender, cuando los partidos llamados de izquierdas han tenido que intentar solapar una política de derechas con su supuesta ideología; ha venido dado, a mi entender, por una evolución social (educación) mal entendida:una evolución de educación hacia hipocresía creciente no vaya a ser que los votantes (televidentes, radioyentes, lectores de periódicos...) se molesten por algo, y como somos tantos y tan variados, las posibles causas de molestia también son muchas y variadas, así que lo mejor es disfrazarlo todo porsiaca.
Y ahora que lo veo, ¡vaya petardo de respuesta que te he largado!, lo siento, pero es que este tema me enerva.
Llevas toda la razón del mundo. Eres estupenda
ResponderEliminarSe está produciendo otro fenómeno muy peligroso. Están viniendo hordas de médicos extranjeros, con una preparación y motivación muy mala. En menos de 10 años, habrá problemas serios si no se le pone rápidadmente coto, pero desgraciadamente, la voluntad del legislador es la contraria, la de abaratar como sea las prestaciones sanitarias, a costa de la salud.
ResponderEliminarMe gustaría equivocarme, tengo por costumbre adelantarme entre 10 y 20 años a los problemas.
Bueno ¿Tantas cancelaciones a Cancún tienes que no te da tiempo a poner un post interesante, de esos de los tuyos?
ResponderEliminar¿Y qué leo yo ahora?
Venga, vence la pereza, el cansancio, la falta de tiempo, y acúérdate de los que te leemos por aquí...
de petardo de respuesta, nada! a mí también me enerva el tema y me hubiera extendido todo lo que tú o más. el tema de la inmigración lo vivo muy muy de cerca (ay, si yo te contara...)
ResponderEliminarademás, me has hecho revisar mi concepto de lo que es políticamente correcto.
mientras tanto, te sigo en la sombra...
besines
Gracias, Wina, es que cuando me enervo, casi siempre me excedo. Y me alegra hacerte revisar conceptos, ésa es la razón de mi existencia, revisar conceptos ,-)
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