El eterno debate, el sempiterno problema de la explotación de la sexualidad femenina no sólo por parte del hombre, sino por ella misma. La mujer tiene derecho a explotar su sexualidad como le venga en gana, claro que lo tiene pero ¿debe hacerlo?, ¿no la degrada eso convirtiéndola en un simple objeto sexual?
Hemos de suponer que la de la derecha del todo viste así porque eligió, esperemos que libremente, dedicar su vida a su Dios y ha de someterse a los antiguos ritos y costumbres de su religión. Religión cuyas reglas y escritos ancestrales fueron dados por hombres, pero que ellas admiten libremente al fin y al cabo. Pero someterse por inciativa propia a un dios es una cosa, aunque yo no pueda entenderla, y someterse voluntariamente a un hombre otra muy diferente. Siempre me he preguntado qué fuerza puede impulsar a una persona a renunciar a su libertad, y naturalmente no voy a cuestionar a las mujeres que se ven sometidas a la fuerza a ello, pero no puedo comprender a aquellas que se someten voluntariamente a los miedos del hombre, ni a unas ni a otras. Me pregunto si querría ver el mundo a través de un velo por amor a un hombre y la respuesta es no, aunque fuera el único; me pregunto si querría ser la conejita de playboy de cientos de miles de salidos y la respuesta es no, aunque me hiciera tan rica que no pudiese contar mi dinero.
Siempre he odiado con toda mi alma esto:
Mujeres policía votando en Irak. Ni quiero ni puedo imaginar qué harán si tienen que salir corriendo o detener a un hombre.
Simplemente el hecho de que las dejen tener un teléfono móvil es ya un privilegio.
Según las costumbres musulmanas, y también según sus leyes, la mujer vale la mitad que un hombre, y esto en los países más civilizados, en otros un buey o un cerdo valen más que una mujer. Pero al parecer para empuñar las armas por defender sus países o inmolarse con sus bombas sí que valen.
Pero también he odiado siempre esto:
Ellos tan monos, tan vestiditos, y ellas..., degradante.
Increíbles contrastes entre un mundo y otro, la sexualidad sigue siendo tabú, continúa siendo un negocio...
Y la mujer debe encontrar su punto intermedio, aprendiendo a disfrutarla sin complejos, y enseñando al hombre que no es moneda de cambio.
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Desde el meridiano y paralelo que nos encontramos, desde occidente, creo que utlizaríamos "mujer sometida", pero creo, desde mi modesta opinión que está mal enfocado, ya que hablamos de culturas. Desde la mujer musulmana, pasando por la etíope se rigen por decálogos, religiones o dogmas de fé que imperan sobre conceptos libertarios tales como nosotros los conocemos, pues dentro de esta imposicón, tal y como nosotros lo entendemos, ellas optan por el camino certero. De ahí que la madre somalí le practique la ablación a su hija, creyendo que es lo mejor, lo más saludable para la integración de su hija, para que tenga un futuro tan bueno como el que le dio su madre, y el día de mañana esté preparada con toda su dote para el indio de de turno, Maracuya.
ResponderEliminarLa percepción que tenga el macho ibérico, o mesopotámico de la utlización de la librtad sexual de la mujer, deja de ser relevante, mientras ésta sea consciente de que es rsultado de su elección.
La libertad de las mujeres depende de las propias mujeres, a tomatazos con la maruja del quinto que nos desacredita!
Por cierto, vivan las putas.
Puede que busques una quimera, Electra. La esencia femenina, nada menos. ¿Y si no existiese? En lugar de al hombre o a la mujer, deberíamos perseguir al genio.
ResponderEliminarNo estoy del todo de cauerdo contigo, Border, la percepción que tiene el macho, ibérico o mesopotámico o talámico (es lo de menos, casi todos son iguales), nos guste o no, es la que rige la libertad sexual de las mujeres. Incluso en occidente, países supuestamente avanzados social y cuturalmente, siguen considerando un machote al que no puede contar, por su abundancia, sus aventuras sexuales, y a la mujer a la que le pasa eso mismo una guarra, ligerita de cascos en los casos más suaves. De igual manera seguimos siendo juzgadas por nuestra forma de vestir, y no verás a una profesional que se precie con un escote o una falda corta y ajustada, aunque le gustara ponérsela, porque se le perdería el respeto, respeto que para mantener hemos de vestir de forma cuanto más andrógina o neutra mejor.
ResponderEliminarEllos siguen manejando el mundo, Border, porque es éste un mundo donde impera la ley del más fuerte, no la del más inteligente. De no ser así, por ejemplo, no habría un día internacional de la mujer, o lo habría también del hombre, ¿no crees?
Así, una mujer "elige" en cierta medida su libertad sexual, cuando puede, en aquellas sociedades en las que puede hacerlo, pero siempre condicionada por los parámetros del hombre o expuesta a sufrir las consecuencias si no "elige" bien, según lo que "está" estipulado por las sociedades machistas.
Por lo demás de acuerdo: ¡vivan las putas y los putos!, pero lástima que no haya "marujos" del piso que sea que los acrediten a ellos
Irich, bonito pensamiento, pero incongruente, ¿cómo no va a existir la esencia femenina al igual que la masculina si en vez de dos géneros parecemos dos especies diferentes?
ResponderEliminarHasta la palabra "genio" es masculina, ¿no dice algo también eso?