Anoche, cambiando de un canal a otro mientras esperaba que terminara la lavadora para poder poner la secadora, en un programa de la tele sobre los vertidos de algunas empresas en las marismas de Huelva:
Unas chicas, muy monas ellas, suben a la periodista a su casa para que, desde la ventana, pueda ver la contaminación. Una vez arriba una se acerca al ventanal, lo abre, se asoma y:
- "Mígueeeeeeee, zsube pablá con la tele, que tú tiene má parla, que nozsotra zsomo mú bruta."
La España profunda, vamos.
Quiero hacer una aclaración no vaya a ser que una Barbi que conozco se me mosquee. España profunda hay en todos sitios, no sólo en Huelva, ¿eh?
Y, por cierto, vaya mierda que el gobierno consienta esa barbaridad de los vertidos. ¡Ja!, los cachondos de las fábricas, que no tuvieron por cierto ningún pudor en salir en antena, amenazaban con tener que cerrar y dejar a mucha gente sin trabajo si les prohibían los vertidos. Aseguraban que no eran perjudiciales para la población; la periodista y el señor que la acompañó a las marismas llevaban un traje espacial (o muy parecido), y el medidor de radioactividad que enseñaba a la cámara se volvió loco según se adentraban.
¡Asco de mundo, oye!
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