"Nos gustaría saber que piensa"
Y a nosotros que sabéis volar, no te jode. ¡Qué huevos!, ¿serán mamones? Claro que ya me gustaría a mí poder decírselo a más de un cliente, ya... Ahora que si yo soy una de las pasajeras, desde luego me oyen, ¡vamos que si me oyen!
Y algo muy similar ocurre con las comas, tan importantes ellas para interpretar correctamente el sentido de una frase. Porque no es lo mismo decir:
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer, andaría a gatas en su búsqueda", que decir:
"Si el hombre supiera realmente el valor que tiene, la mujer andaría a gatas en su búsqueda", ¿a que no?
Así como tampoco es lo mismo "¡Mujer pública!", que "¡Mujer, publica!".
Por ejemplo, a ver si notáis la diferencia entre estas dos frases:
- "¡Se me hacía tarde y Dios tenía que prepararme aún la mochila! -le explicó ella."
- "Se me hacía tarde y, ¡Dios, tenía que prepararme aún la mochila! - le explicó ella."
Pues está claro: la primera es coleguita íntima de Dios y está hablando por hablar porque tiene mano la tía, ¡fíjate que es Dios quien le hace la mochila!; mientras que la segunda es mortal y, como la mayoría, se prepara la mochila ella sola, la pobre. Para que luegon digan que las comas, las tildes y demás signos de puntuación no sirven para nada, y que Dios no tiene favoritismos y quiere a todos sus hijos por igual... ¡ja!
Esta es una entrada muy interesante. Si bien lo abordas desde el costado del humor, sabemos que es un tema que nos preocupa a todos los que nos dedicamos a las palabras.
ResponderEliminarLamentablemente, esto son algunos casos pequeños comparados con los grandes errores que se cometen todos los días. Sobre todo, por parte de aquellos que deben cuidar del lenguaje escrito.
Adherimos a la crítica.
Muy buena.
A mí en el cole me lo explicaron con este ejemplo:
ResponderEliminarno es lo mismo
-"Señor, muerto está; tarde llegamos"
que
-"Señor muerto, esta tarde llegamos"
Ya te digo, Gladys, se ve y se oye cada patada que alucinas. Pero las más de las veces no deja de ser anecdótico y sólo nos da esguince de retina o de oídos a unos pocos; lo malo es que en ocasiones un error de éstos puede variar por completo el sentido de un frase, y entonces sí puede ser grave.
ResponderEliminarSí, jeje, a mí también Oracu; y si te pones a pensar un rato seguro que te saldrán muchos ejemplos.
O no es lo mismo "dos metros de encaje negro" que "te la encaje un negro de dos metros"... no viene al caso, no? Hablábamos de comas...
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