La Torsión de Estómago se da cuando se produce una importante distensión y torsión del estómago a consecuencia de la acumulación de gases, alimentos o líquidos. Los ligamentos del estómago no pueden soportar la dilatación estomacal, haciendo que el estómago se tuerza sobre sí mismo, e impidiendo que el animal pueda vaciar su contenido por sí solo, provocando la interrupción de la circulación sanguínea de algunos órganos.
Las causas que pueden dar lugar a este síndrome son:
- Que el perro ingiera mucha comida o líquido de forma rápida. El peligro aumenta si esto sucede después de realizar ejercicio físico. Es típico de perros jóvenes de raza grande. En perros viejos se suele dar por una acumulación de aire que no puede ser evacuada de forma fisiológica.
- Si el perro está estresado o demasiado excitado por algún cambio en su rutina, época de celo, u otros motivos, o sufre cualquier tipo de tensión emocional.
- Si el perro tiene parientes con historial de vólvulo gástrico.
Los síntomas son:
- Se muestra inquieto, no para de moverse y se queja, o permanece inusualmente quieto y apagado, quejándose, sin ganas de moverse o mirándose la tripa o intentando mordisqueársela.
- Eructa o sufre espasmos abdominales acompañados de arcadas, intentando vomitar sin conseguirlo.
- Saliva excesivamente y parece tener dificultades para respirar.
- Tiene el abdomen hinchado y tenso, duro al tacto, y timpánico (suena como un tambor al dar un golpe seco con la yema de los dedos).
Si detectáis cualquiera de estos síntomas en vuestro perro, debéis actuar rápidamente y llevarlo de inmediato al veterinario. No hay trucos caseros ni auxilios de emergencia que podáis llevar a cabo en casa. Cada segundo que pase puede ser vital, ya que en un par o tres de horas el perro puede entrar en un coma irreversible y morir. No obstante, y como siempre recomendamos, no debes perder la calma, y has de poner especial cuidado en su manejo y transporte hasta el veterinario, porque muy posiblemente no pueda o no quiera caminar por sí mismo, y no será bueno que se le mueva en exceso.
Prevención de la Torsión de Estómago:
Aún no se conocen bien las causas que provocan este síndrome, pero sí se sabe que se puede evitar que suceda con algunas prevenciones básicas:
- Evitar que el perro coma o beba en exceso y rápidamente. Lo mejor es fraccionar la toma de alimentos en dos o tres comidas al día, y a ser posible nunca debe comer a última hora de la noche.
Para los perros con mayor riesgo (los que comen y beben con mucha ansiedad o pertenecen a razas grandes) existen en el mercado (y si no es fácil hacer unos caseros) comederos y bebederos antiansiedad, que se pueden poner a una cierta altura del suelo de forma que no se vean obligados a bajar excesivamente la cabeza ni doblar sus patas delanteras para comer o beber.
- Si por limitación de horario sólo se le puede dar una comida al día, utilizar preferentemente una ración rehidratada (el lavado gástrico es más rápido con alimentos húmedos).
- Se debe dejar un intervalo de mínimo dos horas, recomendable tres, entre la comida o bebida y el ejercicio (carreras y juegos). En algunas razas grandes es preferible siempre dar largos paseos y practicar juegos en corto, restringiendo el ejercicio físico intenso.
- Nunca se le debe permitir comer si se encuentra estresado o excitado, y jamás antes de viajar.
- Vigilar en especial al perro que vomita frecuentemente o que ya ha sufrido alguna vez una torsión de estómago.
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