Es una dura y difícil elección, sin ninguna duda, porque por mucho cuidado y atención que pongan nuestros humanos y por muy bien que nos hayan educado, nosotros somos seres vivos con consciencia para actuar por libre y, en un momento dado, en apenas segundos, un hecho inesperado como un petardo, un altercado entre perros, algo que nos asuste, o cualquier otra cosa que quizá nuestros humanos no puedan prever, puede hacer que salgamos corriendo sin avisar. Y si bien tenemos consciencia propia para actuar, como somos como los niños, ésta no siempre nos avisa de los peligros que corremos al hacerlo.
Nuestra recomendación es que los perros, si bien debemos ir atados durante el paseo por zonas de tránsito de personas y tráfico de vehículos, debemos poder correr y jugar libremente y sin correa cuando llegamos a sitios seguros como por ejemplo el parque o el campo.
Nadie puede garantizar nuestra absoluta seguridad mientras estamos sueltos, y nuestros humanos siempre estarán ligeramente, cuando menos, preocupados por la posibilidad de que salgamos a la carrera con los peligros que eso conlleva, nos perdamos, o tengamos un encontronazo con otro peludo. Sin embargo, no dejarnos correr, jugar y socializar es un precio demasiado alto. Y es por eso que una correcta educación, haciendo hincapié en las órdenes básicas, es fundamental para nuestro pleno desarrollo y vida feliz.
De nada sirve enseñarnos chorradas circenses como 'dar la patita', 'bailar', o 'hacerse el muerto' ante un disparo con la mano en forma de pistola. Pero sí es importantísimo enseñarnos a acudir a la orden de llamada, no comer alimentos del suelo o de manos desconocidas, y permanecer quietos cuando nos lo digan, Otra enseñanza importante, teniendo en cuenta que, por muy bien que hayamos sido educados, un despiste de apenas unos segundos ante un suceso inesperado puede hacer que salgamos corriendo despavoridos, es enseñarnos siempre el camino de vuelta a casa por las zonas adecuadas; esto es, nunca cruzar yendo con nosotros por otros sitios que no sean los pasos de peatones o los de cebra, y procurar ir siempre al parque o a la zona de juegos haciendo el mismo recorrido.
Y, por supuesto, nuestros humanos deben ser conscientes de que han de estar pendientes de nosotros en todo momento mientras estemos sueltos porque corremos el riesgo de asustarnos, o de que algo nos llame poderosamente la atención, y salir corriendo sin caer en que pasan coches, o que podemos no encontrar el camino a casa, o que existen desalmados que pueden querer robarnos o hacernos daño.
Animaos a tomar la decisión adecuada sabiendo lo que somos y necesitamos, y cómo somos y actuamos. Además, empiezan a salir al mercado artículos que podemos llevar encima y que os ayudarán a localizarnos en el caso de que algún día nos perdamos, como collares o colgantes con microlocalizadores por GPS que os presentaremos en breve en otra publicación.
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